Austeridad, silencio y expectación pueden ser las tres palabras con que definir la primera salida procesional de la Hermandad Universitaria que ayer noche desfiló por las calles del casco antiguo desde su sede, la iglesia de San Pedro de Alcantara frente a la Facultad de Filosofía y Letras, uno de los lugares más emblemáticos de la Judería. Un reducido cuerpo de hermanos, vestidos de paisano, con traje oscuro y portando faroles fueron los encargados de acompañar a la imagen de Nuestra Señora de la Presentación, única con la que hasta el momento cuenta la Hermandad, portada en andas y vestida con saya y manto negros, un tocado de monja que le cubria el cuello y un sobrio encaje enmarcando su bello rostro por ambos lados. A sus pies seis candeleros con cirios color tiniebla, tulipas en las esquinas e iris morados.
Fue un cortejo breve pero que supo expresar sobradamente el espíritu de sencillez y austeridad de la Cofradía en la que después del estandarte de la Hermandad destacaba la presencia del rector, Jose Manuel Roldan Nogueras y del hermano mayor Miguel Rodríguez- Pantoja. Abriéndola iba el vicehermano mayor Alberto Villar Movellán. Todo el recorrido discurrió en total silencio roto tan solo por la campana regulando el caminar de los penitentes, pero con un nutrido acompañamiento de público, que quisó vivir el histórico acontecimiento de ver salir ,por primera vez en la capital cordobesa, a una hermandad penitencial fuera de los días de Semana Santa.
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En las fotografias de arriba a abajo: Cabeza de la procesión, salida de la Virgen del Convento de San Pedro de Alcántara, el rector Jose Manuel Roldán y el hermano mayor Miguel Rodríguez Pantoja (detrás), la Virgen de la Presentación frente a la Facultad de Filosofía y en la calle Romero y un aspecto de la Plaza del Cardenal Salazar durante el desfile. GC/CM