El director académico del curso de los Seminarios Universitarios de Lucena "La cultura gastronómica: técnicas, ciencia y diseño", el director del Departamento de Bromatología y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Córdoba, Rafael Moreno Rojas, afirmó hoy que "la industria alimentaria no está ofreciendo productos saludables, por mucho que lo quieran vender".
Moreno señala que la falta de tiempo y la homogeneización de los gustos son los dos grandes problemas de alimentación actuales. "El gusto no se hace con un solo contacto con el alimento, se necesitan al menos diez -explica- y por ello, hay que educar el gusto".
En este sentido, el profesor resalta que hay que indagar y aprender y recuperar la cultura alimentaria, "el tesoro de la tradición gastronómica" porque cocinar hoy es "saber abrir un plato preparado y calentarlo".
Por ello, el curso que se imparte en esta segunda semana de la XIII edición de los Seminarios Universitarios de Lucena no sólo está haciendo hincapié en nociones básicas de cocina como el uso de los distintos utensilios, la frescura y el grado óptimo de los ingredientes, aspectos higiénicos o manipulación de los alimentos, sino también en los tratamientos culinarios tanto tradicionales como las nuevas formas de elaboración, como la criococina o la cocina al vacío.
Según Moreno, son los hombres los que más interés están demostrando por la cocina, y de hecho, el 80% de los chicos que participan en el mismo afirman saber cocinar, frente al 50% de las chicas, que empiezan a revelar "cierta desgana" por la cocina, en parte, como una forma de revelación ante los roles tradicionalmente femeninos.
Lo que sí demuestran unos y otras es un gran interés por "la información sobre el aspecto nutricional de la comida". Para el responsable de este curso el problema no es la falta de información sino "que no sabemos aplicarla".
"Todo el mundo sabe que el colesterol está relacionado con las enfermedades cardiovasculares, que son la primera causa de muerte en el mundo, por encima de los accidentes de tráfico, del terrorismo e incluso de las catástrofes naturales, pero seguimos comiendo más grasas de las recomendadas", dice Moreno.