Page 41 - Geopolítica del Mundo Actual. Una Visión Multidisciplinar
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 GEOPOLÍTICA DEL MUNDO ACTUAL. UNA VISIÓN MULTIDISCIPLINAR: Cultura de Paz, Conflflictos, Educación y Derechos Humanos
  la República de Cuba no tenía absolutamente ninguna responsabilidad respecto a los alegados incidentes de salud (Ordoñez and Kumar, 2017).
La espiral de acontecimientos fue in crescendo. En octubre 2017, el gobierno de Estados Unidos solicita que 17 diplomáticos cubanos abandonen el país (Gardiner, Hirschfeld and Londoño, 2017). A pesar de un reconocimiento de que Cuba colaboró para que las agencias de Estados Unidos realizaran sus investigaciones en territorio cubano, se mantuvo la narrativa de que el gobierno tenía la “obligación de proteger al personal de la embajada y a sus familias”. Ante lo que consideraron una ausencia de acciones en esta dirección, se redujo el número de empleados, y varias plazas fueron cubiertas por oficiales del servicio exterior en asignaciones temporales o diplomáticos retirados como parte de un programa especial, situación que empeora al declarar la sede como misión sin acompañantes, mientras que se fijó una cifra máxima de 18 como personal que puede haber en la embajada (Mars, 2017).
Por su lado, Cuba reiteraba, una y otra vez, que “el gobierno cubano no tiene responsabilidad alguna en las afectaciones de salud reportadas por diplomáticos estadounidenses... cumple estrictamente con la Convención de Viena... y jamás ha perpetrado ni prestado su territorio para perpetrar ataques de cualquier naturaleza contra el personal diplomático de ningún país” (Vidal Ferreiro, 2018).
Un grupo de expertos cubanos, creado para el estudio de las alegaciones concluía que “...No existen pruebas científicas que indiquen la ocurrencia de los supuestos ataques acústicos contra diplomáticos estadounidenses en La Habana” (MINREX, 2017).
A partir de entonces surgieron varias hipótesis, ninguna demostrada científicamente, pero muy afines a tramas de novelas de espionaje, que estuvieron dedicadas a ratificar o negar las posibilidades de un ataque sónico, reacciones psico-somáticas, la entrada en sintonía de frecuencias disímiles que hubiese provocado la afectación, e, incluso, la posibilidad de que se hubiese utilizado un arma de onda microwave
(Bartholomew and Zaldivar, 2018), (Swanson, Hampton, Green-McKenzie, et al., 2018), (Bartholomew, Robert E., 2018), (Broad, 2018).
Hasta septiembre 2018, no se han establecido causas que involucren a la República de Cuba con los alegados incidentes de salud, a pesar de que a raíz de esta crisis se creó, el 5 de junio 2018, un grupo de trabajo bajo la dirección del Vicesecretario del Departamento de Estado, John J. Sullivan, que coordina una fuerza de tareas multi-departamental e interagencial para establecer fuentes plausibles de lo sucedido, identificar las amenazas y mitigar las afectaciones (Pompeo, 2018).
Pero en la vida real, el escenario ha devenido en un entorno muy pernicioso que ha facilitado que los sectores opuestos a la “normalización” estén jugando un papel muy activo en una carrera que apuesta por la ruptura de relaciones entre los dos países, el retorno de Cuba a la lista de “patrocinadores del terrorismo”, y la imposición de mayores medidas punitivas políticas y económicas tanto a nivel nacional como internacional.
No obstante, y a pesar de la inexistencia de un informe que pueda definir a quién beneficia esta crisis, las razones de su erupción, ni los medios que supuestamente provocaron las afectaciones de salud, las medidas tomadas como represalias a estos incidentes por parte del gobierno de Estados Unidos sí han tenido consecuencias en extremo negativas.
Un informe sobre las consecuencias para los propios Estados Unidos de América, realizado por el Servicio de Investigaciones del Congreso (Congressional Research Service-CRS por sus siglas en inglés), indica que la decisión del Gobierno de Trump de recortar el personal de más de 50 diplomáticos a un máximo de 18 ha sobrecargado a los funcionarios y limitado “la capacidad para supervisar lo que ocurre en Cuba” (Sullivan, 2018). El documento señala que “...Con los nuevos acontecimientos, como el hecho que hay un nuevo presidente en Cuba, nuevas normas sobre el sector privado cubano y el proceso de actualizar su constitución, Estados Unidos pudiera beneficiarse de una embajada con su personal completo y la capacidad de analizar éstos y otros
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