Viernes, 01 de Abril de 2011 18:15

“Fosforito” interviene en los Diálogos de Filosofía y Letras

GC/JDTC
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De izq. a dcha, Jose Cosano, José Carmona, Fosforito, Eulalio Fernández y Marcelino Ferrero De izq. a dcha, Jose Cosano, José Carmona, Fosforito, Eulalio Fernández y Marcelino Ferrero GC


 

Los Diálogos de la Facultad de Filosofía y Letras se han centrado esta mañana en “La Cultura y el Flamenco”. La jornada fue inaugurada por el decano de la Facultad, Eulalio Fernández, quien señaló el interés que esta sesión ha despertado en universidades extranjeras, las cuales van a poder visualizarla en la página web de la Facultad, gracias al trabajo del Servicio de Tratamiento de Imagen y Medios Audioviosuales de la Universidad. Seguidamente, tomó la palabra José Cosano para explicar algunas nociones sobre la cultura y el flamenco y presentar a cada uno de los participantes. En la intervención del profesor Cosano destacó su referencia a la incorporación de Antonio Fernández Díaz “Fosforito” a la Real Academia de Córdoba en el transcurso de una solemne ceremonia celebrada ayer  tarde en el Rectorado.

 

El catedrático de matemáticas de la UCO Andrés Raya fue el siguiente en intervenir, como estudioso del flamenco, recorriendo algunas acepciones del sustantivo cultura y señalando los orígenes del flamenco como “cultura ágrafa” así como el reciente interés por la recogida de datos sobre “los cantaores”. Andrés Raya también aludió a la “flamencología de los años 50 y 60” y, frente a quienes señalaron “los orígenes herméticos del cante, centrados en varias familias”, comentó la profesionalización del cante, como “arte de profesionales”. El estudioso describió la cultura de transmisión y conocimiento oral e introdujo el tema, planteado desde los años 80, de llevar el flamenco a la enseñanza reglada o no reglada. Andrés Raya se mostró partidario de que el flamenco se enseñe de forma no reglada, abogando por “cursos de extensión, en colegios, institutos y universidades”, para que así sea enseñado y recibido de forma voluntaria por aficionados e interesados, por docentes y alumnado. Por otra parte, subrayó la “vocación internacional del flamenco, lejos de apropiaciones locales o políticas”. Finalmente,explicó los orígenes del Aula de Flamenco, dirigida por Andrés García Román, en la Universidad de Córdoba, así como el impulso que Amador Jover le dio durante su etapa como Rector, convirtiéndola en Cátedra de Flamencología, dirigida actualmente por Luis de Córdoba.

 

José Carmona, presidente de la Federación Provincial de Peñas Flamencas de Córdoba,  fue el siguiente invitado en participar. Ahondó en la relación entre el flamenco y la universidad ,subrayando la “vinculación del flamenco con los ambientes universitarios”, para lo que nombró el caso de “Pepe de La Matrona en París”. Por otra parte puso de manifiesto el valor de estudiosos como Blas Vega, que pusieron en valor hitos pioneros como “El Planeta” o “Silverio”. Finalmente expresó que las peñas ofrecen un espacio compartido a cantaores/as, guitarristas, bailaores/as y al público en general, considerándolas “la piedra angular del arte flamenco”.

 

Antonio Fernández Díaz comenzó su intervención aludiendo a los talleres de flamenco que intentó crear Paco Vallecillo e hizo un recorrido histórico remontándose a las canciones mozárabes como repertorio folclórico de los andalusíes, al esplendor de Córdoba y a cómo la crónica del tiempo queda reflejada en los cantes, “lo cual demuestra la antigüedad de esta cultura ancestral”. La intervención de “Fosforito” estuvo marcada por referencias a Estébanez Calderón, Antonio Machado y Álvarez, Blas Infante, José María Pemán, Lope de Rueda e incluso a Marcial, Teócrito y Aristófanes. Mediante estas referencias sapienciales espigó un concepto de flamenco documentado y definió a “los cantaores como herederos de esos sones ancestrales que hemos heredado a través de los siglos”. Después, aludió al “canon de identificación que separa de los troncos comunes” así como a la emergencia o diferenciación entre varios tipos de cantes.

 

Una de las intervenciones del público subrayó la importancia del acto celebrado ayer en el Rectorado mediante el cual “se reconocen las dos personalidades de Antonio Fernández, la del artista y la del académico”. “Fosforito” contestó que para él supone “un orgullo”, pues ha vivido las condiciones “escasas y miserables” de la Guerra y “leía a la luz de una vela”, “sin haber pasado como alumno por aula alguna”, tuvo que aprender de forma “autodidacta”, siendo un “lector voraz y hombre inquieto e hijo de otro cantaor”. Otra de las intervenciones del público, en este caso de Juan Pérez Cubillo, descubrió “la experiencia didáctica del flamenco” a la que Antonio Fernández contestó señalando “el duende, la sensibilidad, la cadencia, las matemáticas de los ritmos” del cante flamenco, “el diálogo compartido entre el cantaor y el guitarrista, el resultado final o global, el valor de los silencios” y “el compás bien definido”.

 

José Cosano, mostró su “cándida y sólida reverencia" al flamenco, a cada uno de los participantes y, especialmente,  “al Maestro, Antonio Fernández Díaz “Fosforito”. Eulalio Fernández, finalmente, añadió que con esta jornada queda “grabado un material preciado que cualquier docente y estudioso podrá consultar”.