EL DERECHO ROMANO
“Fecisti patriam diversis gentibus unam;
profuit iniustis te dominante capi;
dumque offers victis proprii consortia iuris,
Urbem fecisti, quod prius orbis erat”
Convencionalmente se denomina Derecho Romano a aquel conjunto de normas jurídicas con las que se rigió el pueblo de Roma desde la fundación de la ciudad de Roma (ab vrbe condita) en el s. VIII a.C., hasta la muerte del Emperador Justiniano, en el s. VI d.C.
Denominado tradicionalmente la ratio scripta, el Derecho Romano, sin duda, es el ordenamiento jurídico que ha alcanzado un mayor grado de perfección en la Historia de la Humanidad, y esto tanto por la justicia de sus soluciones a los diversos problemas jurídicos como por la pureza técnica de su razonamiento.
Las reglas y principios jurídicos del Derecho Romano, que nacieron del ejercicio de la más clara jurisprudencia clásica, fueron pronto objeto de una ordenada enseñanza en las Escuelas de Derecho, las primeras Bérito y Constantinopla. Con el nacer de las Universidades se proyectó universalmente la enseñanza jurídica del Derecho Romano (Derecho Común), generándose así el germen de lo que conocemos como Ciencia Jurídica europea. Ciertamente, aquello que hoy conocemos como Europa no es sólo un supuesto geográfico sino, ante todo, una creación de la Historia que es, en gran medida, deudora de Roma y de su Derecho.
Es por ello que la formación de los futuros juristas se tornaría incompleta e imperfecta de faltar el Derecho Romano. El estudio y la investigación del Derecho Romano suponen una cuestión cardinal y esencial en la formación de todo jurista hoy.
En la Facultad de Derecho de Córdoba, en el marco del plan de enseñanza del grado en Derecho y del doble grado en Derecho y Administración y Dirección de Empresas, el Derecho Romano se contempla como asignatura de carácter básico del primer curso. Así, el alumnado se forma en las nobles artes del razonamiento jurídico desde el prisma del Derecho Público y Privado Romano. Desde esta educación jurídica el alumno que estudia Derecho Romano se prepara para afrontar el resto de asignaturas jurídicas de los cursos sucesivos. De las fuentes del Derecho Romano aprenden, hoy como ayer, aquellas técnicas y conceptos, el lenguaje y la praxis jurídica necesarios para ensamblarse como los futuros juristas del mañana.