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Lunes, 09 de Junio de 2008 11:27

Cientificos de la Universidad de Córdoba investigan la epidemiología y etología de las especies para combatir distintas enfermedades infecciosas del ganado y las aves

G.C. - C.M.
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Las enfermedades infecciosas son producidas por distintos microorganismos, como bacterias, hongos, virus y priones. Dentro de este campo, Antonio Arenas, miembro del grupo Enfermedades Infecciosas de la UCO, investiga sobre la influencia de estas patologías en el ganado, así como en distintas poblaciones de animales silvestres, con la intención de erradicarlas.

Enfermedades de gran magnitud por las pérdidas económicas que generan, o por su interés, como zoonosis (enfermedades que se transmiten de los animales al hombre) constituyen el eje central del trabajo del grupo cordobés de Antonio Arenas. La gripe aviar, enfermedades porcinas o la lengua azul, son algunas de ellas. Su investigación pretende establecer algunas medidas, de forma que estas patologías no afecten al ganado, dejando tras de sí consecuencias negativas para el sector ganadero andaluz y español.

Actualmente, también desarrolla otra línea de investigación, basada en el control de enfermedades de gran impacto en poblaciones silvestres. Primero, según el investigador cordobés, hay que tener un conocimiento epidemiológico de las patologías (la epidemiología estudia la distribución, frecuencia, determinantes, relaciones, predicciones y control de los factores relacionados con la salud y la enfermedad). Con estos datos de la enfermedad, posteriormente, se pueden manipular en el medio natural dichos factores e impedir el contacto de los animales enfermos o reservorios de la enfermedad con los animales susceptibles, añade el profesor Arenas.

Por otro lado, se debe conocer la etología de las especies, es decir, el comportamiento de éstas y sus características distintivas desde la biología, puesto que muchas veces, el contagio se produce por las particularidades comportamentales. Por ejemplo, durante los primeros meses del año, hay un aumento importante de la incidencia de la sarna sarcóptica (enfermedad contagiosa de la piel producida por un parásito) en la cabra montés, puesto que, en noviembre y diciembre tiene lugar la época de celo y se mezclan muchos animales; algo parecido sucede durante el verano con la Mixomatosis (enfermedad infecciosa provocada por un virus transmitido por un mosquito) en el conejo.

La misma situación se vive con el conejo de monte, tema del que este grupo ha hecho varias tesis, con el propósito de recuperar las poblaciones de conejos de monte de determinadas zonas. En este sentido, los científicos de la Universidad de Córdoba han colaborado en el Proyecto LIFE para la conservación del lince ibérico en Andalucía, puesto que el conejo es el principal alimento de este predador. Por tanto, la recuperación de este animal resulta imprescindible para el lince ibérico, el felino más amenazado en el ámbito mundial.

En cuanto al sector del cerdo, la incipiente actividad porcina de los años 85-90, propició que investigadores como Antonio Arenas, de la Universidad de Córdoba, se dedicara a estudiar las enfermedades infecciosas del cerdo. Sus esfuerzos se centran en las infecciones propias de los procesos digestivos, como es el caso de la Salmonelosis porcina, que provoca una inflamación del estómago y del intestino, debido a la bacteria Salmonella o la Colibacilosis, enfermedad digestiva que afecta, principalmente, a los cerdos lactantes, producida por la bacteria Escherichia coli. También investigan procesos generados por estreptococos, otro tipo de bacterias que dan lugar a afecciones nerviosas (ataxia, temblores, posturas anormales, etc,), que además tienen importantes implicaciones en la salud humana.

Trabajos de Lengua Azul

La fiebre catarral ovina (lengua azul) es otra de las patologías tratadas por Antonio Arenas y su grupo Enfermedades infecciosas. Durante varios meses han realizado estudios epidemiológicos para explicar adecuadamente la enfermedad desde el punto de vista médico, y posibilitar el establecimiento de una relación significativa entre mortalidad y morbilidad encontradas por los veterinarios de campo, llegando a la conclusión de que dicho sector está bastante desestructurado en nuestra comunidad y necesita ser capitalizado.

Además, han investigado la incidencia de la lengua azul en rumiantes silvestres como la cabra montés, el muflón o el ciervo, donde han obtenido datos importantes: "El 41% de los animales silvestres analizados han tenido contacto con el virus de la lengua azul", lo que implica que podrían quedar como reservorios de la enfermedad.

Respecto a las medidas sanitarias que se toman para erradicar la enfermedad, el profesor Arenas indica que los animales domésticos son vacunados, se les trata de aislar e impedir el contacto con los insectos vectores y la inmovilización de los animales en caso de existir algún brote. Por otra parte, es muy complejo vacunar a los animales no domésticos y están estudiando un plan de control.

Así, el profesor cordobés manifiesta que existe la posibilidad de que se produzca otro brote de lengua azul en nuestro país, a pesar de que las medidas tomadas son muy efectivas. "Puede que tengamos que convivir durante algún tiempo con la enfermedad, como ocurre en EE.UU."

R.M.F ( De "Andalucía Investiga")