Viernes, 31 de Enero de 2014 13:43

Mas de 200 personas se reúnen en Rabanales en torno a la seguridad informática

GC/MN
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 Organizadores y autoridades académicas momentos antes de iniciarse el laboratorio Organizadores y autoridades académicas momentos antes de iniciarse el laboratorio GC/MN
El Aula Magna de la Universidad de Córdoba reunió a más de 200 personas en el II Laboratorio de Hacking Ético que se celebra en Córdoba, en el que dos especialistas abordaron las principales claves de la seguridad informática.

Al acto de inauguración acudió el Vicerrector de Política Científica y Campus de Excelencia, Justo Castaño, el director general de Rabanales 21, Juan Ramón Cuadros y los representantes de las entidades organizadoras, Enrique Palacios, del Instituto Alcántara y Rosa Cabrera, de Corab21.

Justo Castaño destacó la importancia de una actividad que persigue como único fin la formación y el aprendizaje en una materia de gran actualidad como es la seguridad informática.

Por su parte, Juan Ramón Cuadros indicó que para el Parque Científico Tecnológico de Córdoba es de gran interés la participación en eventos de este tipo dado que reúnen a emprendedores tecnológicos, un perfil demandado en Rabanales 21.  No obstante, las empresas Azkalon, Iternox o Wimasis, ubicadas en el Parque, participaron en el encuentro, además de Wul4, cuyo CEO era uno de los ponentes.

Enrique Palacios, se mostró muy satisfecho por el gran interés que ha despertado esta iniciativa en Córdoba, sobrepasando todas las expectativas. Palacios recordó que hace dos años, la primera edición reunió a 28 personas, frente a las más de 200 que se han dado cita en la segunda.

Durante la intervención del experto Miguel Ángel Arroyo, de SVT Cloud Services y perito judicial informático, se dieron las pautas para hackear un router, preparado previamente por los monitores para tal fin. Arroyo explicó que “es fácil que una persona con un portátil pueda capturar el tráfico de una wifi pública”. En ese caso, por ejemplo, las credenciales del correo electrónico, si no se han seguido unas pautas previas de seguridad, podrían ser cifradas.

Por otra parte, Juan José Rider, CEO de Wul4, empresa ubicada en Rabanales 21, realizó pruebas de seguridad de las apps, “para que cualquier persona que quiera crear su aplicación, las haga de forma segura”, indicó. Para ello, demostró con una app con vulnerabilidades las formas de evitarlas.

El encuentro, diseñado por las empresas SVT Cloud Services, Instituto Alcántara y WUL4, se dividió en dos partes, una de aprendizaje y otra de prácticas, donde los asistentes pusieron a prueba lo aprendido con laboratorios reales emulando escenarios de ataques a un router o a un Windows vulnerable.

“Nuestra intención es crear una comunidad de desarrolladores, empresas, estudiantes, freelance, que permita crear proyectos de distinto tipo para la ciudad, mediante financiación crowdfunding, para que todos podamos participar y obtener beneficios de distinto tipo”, explica Enrique Palacios, del Instituto Alcántara.