Para Fernández Crehuet solo determinados acontecimientos como las llamadas revoluciones demográficas, primera y segunda transiciones, condicionadas por la disminución de la mortalidad y la fecundidad se han cumplido e incluso en este caso falló también el cálculo de la velocidad a la que se han producido en los diferentes países.
Uno más de los fracasos pronósticos fue, para el ponente, la etiquetada como tercera revolución demográfica propuesta por Kingsley Davis (1937) y recogida en su artículo en “Sociological Review” anunciando la existencia de una esencial contradicción entre la familia y el «industrialismo», que acabaría con aquélla al ir mermando indefinidamente los niveles de fecundidad. El baby boom postbélico rompió inicialmente con las predicciones de la disminución de la fecundidad y pasado el mismo la fecundidad ha disminuido mas aceleradamente que lo pronosticado por Davis pero a cambio se han producido importantes cambios sociales, políticos etc. y en el centro del mismo se encuentra lo que algunos autores denominan eficiencia reproductora condicionada por un modelo nuevo de familia la cual ha salido reforzada y un incremento de la esperanza de vida que ha significado un replanteamiento del estado de bienestar.
Según el conferenciante durante este mismo período y a partir del informe Chadwick en Gales y el de la Comisión Sanitaria de Massachusetts presidida por L. Shattuck 1850) se han producido importantes modificaciones en las causas de enfermar y de morir así como en la concepción de la organización de la Salud Pública.
Desde McKeown ( 1976 ) se acepta que si la salud de la población ha mejorado ha sido en pequeña proporción debida a la medicina y más en la colaboración intersectorial de servicios extrasanitarios sirviendo de base a la hoy denominada Nueva Salud Pública .
Las más importantes causas de muerte (cáncer o enfermedades cardiovasculares), de discapacidad (enfermedades reumáticas), de sufrimiento (enfermedades mentales) o simples molestias (atopia) permanecen sin tratamientos etiológicos en nuestros días. Incluso la más frecuente de nuestras afecciones, el resfriado común, sigue teniendo hoy la misma frecuencia y pronóstico que hace 50 años y su tratamiento sigue siendo la piedra filosofal de la farmacopea “la aspirina”.
Por último Fernández-Crehuet expuso cómo en los últimos años ha irrumpido en medicina la llamada bioética como una ética de la aplicación en la práctica del conocimiento biomédico. Sin embargo, afirmó, aún no se ha desarrollado algo, quizás más necesario, que es la ética de la ignorancia médica para gobernar las relaciones entre una artesanía que ignora más que sabe como es la medicina y los enfermos. Se trata, pues, de que el principio hipocrático de “primum non nocere” volviera a ser nuestro primer mandamiento, como lo era antes de Claude Bernard, finalizó.
Rafael Fernández – Crehuet Navajas es doctor en Medicina por la Universidad de Granada en 1971. Premio de la Real Academia y Académico correspondiente de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Granada 1982. Médico del Cuerpo de Sanidad Nacional por oposición habiendo ocupado las Jefaturas de Sanidad de Ceuta y Campo de Gibraltar. 1971-1977. Experto en la lucha contra el cólera.
Es autor de 140 trabajos de investigación sobre infección hospitalaria, medicina laboral, medio ambiente y epidemiología. Ha sido director de 40 tesis doctorales. Autor de mas de trescientas comunicaciones a Congresos Nacionales e Internacionales de su especialidad.
Ha realizado estancias de mas de un mes en la Universidad de Padua , Rouen, Peruggia, Instituto Pasteur, Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres.
