Durante su intervención el profesor Peña destacó la importancia de la inmunología, desde el punto de vista médico, ya que una gran parte de las patologías que se ven en los ambulatorios y hospitales tienen como base directa o indirecta fallos funcionales del sistema inmunológico. “Su deterioro es causa de las inmunodeficiencias, que en sus distintos grados abre las puertas a las enfermedades infecciosas. Su exceso de celo es causa de las alergias. Su desregulación da lugar a la inflamación crónica que además de ser un gran problema en la vejez contribuye a la aparición de las enfermedades autoinmunes que afectan a casi el 20% de la población” , señaló.
El nuevo académico afirmó que el sistema inmune es flexible y aprende y memoriza sus actividades. Por ejemplo, un microbio tiene menos posibilidades de progresar si infecta por segunda vez. Además el sistema inmune es capaz de innovar estableciendo excepciones, útiles a la evolución. Un claro ejemplo de ello se pone de manifiesto cuando la madre no rechaza al feto a pesar de que un 50% de la identidad del feto procede del padre. Sin embargo, a veces, el sistema inmune por error deja de reconocernos y hasta puede atacarnos a nosotros mismos. Entonces decimos que se convierte en nuestro peor enemigo, dando lugar a las enfermedades autoinmunes tan frecuentes en las personas mayores.
Previo a la lectura del discurso protocolario se guardó un minuto de silencio en memoria del Secretario General Perpetuo de Honor, doctor Rafael Martínez Domínguez, fallecido el pasado 23 de febrero.
El solemne acto fue clausurado por el presidente de la Real Academia de Medicina de Sevilla, doctor Jesús Castiñeiras Fernández.