El calentamiento global lleva asociado un cambio en los patrones de precipitación, como la intensificación de los periodos de sequía o lluvias muy intensas que se producen en espacios breves de tiempo. Son lo que se conoce como eventos extremos, cada vez más habituales como consecuencia del cambio climático y que, sin una planificación apoyada en la evidencia científica, pueden tener graves consecuencias como las inundaciones o la falta de agua para satisfacer el consumo.
En este contexto, la segunda sesión de ‘Ucodemocrática’, el programa de asesoramiento científico para la gestión pública diseñado por la Unidad de Cultura Científica de la UCO, abordó estrategias encaminadas a hacer frente a estos eventos extremos. El mensaje fue unánime: no podemos controlar la precipitación, pero sí reducir la vulnerabilidad de los pueblos y ciudades o de la actividad agrícola. A la sesión, inaugurada por el director general de Proyectos Internacionales, José Luis Quero, acudieron representantes de los ayuntamientos de Baena, Almodóvar del Río y La Granjuela, así como de la Delegación Territorial de Agricultura del Gobierno andaluz.
La sesión contó con la participación de dos grupos de investigación de la Unidad de Excelencia María de Maeztu Departamento de Agronomía de la Universidad de Córdoba (DAUCO) centrados en el estudio de procesos hidrológicos en cuencas mediterráneas y en innovación para el regadío, respectivamente. En primer lugar, los investigadores Rafael Pimentel y Ana Andreu, del grupo de Dinámica Fluvial e Hidrología, explicaron en qué consisten los fenómenos extremos y las diferencias entre sequía y escasez, lluvia extrema e inundación. Apoyándose en datos y tendencias provincializadas expusieron cómo, en una ecuación coste-riesgo, lo razonable es tomar medidas de reducción de la vulnerabilidad, como identificar las zonas inundables y no construir sobre ellas o planificar el consumo de agua adaptándolo a la disponibilidad del recurso, tanto a la presente como a la prevista.
Por su lado, el grupo de Hidráulica y Riegos, representado por los catedráticos Emilio Camacho y Pilar Montesinos, ahondó en cómo la modernización del riego ha permitido en apenas dos décadas reducir drásticamente el consumo de agua en las fincas agrícolas. La implantación del riego de precisión y los avances en digitalización, como el uso de sensores capaces de dar información sobre las necesidades de la planta, permiten al sector hacer un uso más riguroso del agua de riego al conocer al detalle cuándo y cómo deben regar. Además, el uso de recursos no convencionales como las aguas regeneradas está abriendo nuevas oportunidades para el regadío en cultivos tradicionales como el olivar.
El debate posterior giró en torno a cómo la concienciación ciudadana y las mejoras en las redes de distribución y saneamiento han permitido reducir significativamente el consumo de agua en las ciudades. Además, se pusieron de manifiesto las dificultades que tienen los pequeños municipios, a causa de sus limitaciones presupuestarias, para ejecutar obras costosas de renovación de esas redes o para implantar sistemas de riego sostenibles en parques y jardines públicos. También se valoró la necesidad de contar con servicios de asesoría o actividades de formación sobre qué plantas o árboles pueden adaptarse mejor a sus territorios.
El ciclo ‘Ucodemocrática’ continúa el 16 de diciembre con una sesión sobre inclusión social. La actividad finaliza el 27 de enero con una última sesión sobre turismo y conservación del patrimonio. 'Ucodemocrática' es una acción diseñada por la Unidad de Cultura Científica contemplada dentro del XI Plan Anual de Divulgación Científica de la Universidad de Córdoba, aprobado por Consejo de Gobierno y cofinanciado por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) del Ministerio de Ciencia e Innovación.