Page 25 - Geopolítica del Mundo Actual. Una Visión Multidisciplinar

GEOPOLÍTICA DEL MUNDO ACTUAL. UNA VISIÓN MULTIDISCIPLINAR
Cultura de Paz, Conflictos, Educación y Derechos Humanos
Ocuparse de las crisis internacionales parece ser la base del trabajo de los diplomáticos. Los ministerios de exterio- res de todo el mundo han desarrollado mecanismos y establecido políticas específicas para gestionar mejor estos periodos de mayor riesgo. Puesto que las crisis tienden a debilitar la estabilidad del orden internacional, también ponen a prueba a los agentes e instituciones de la gober- nanza mundial. Estos retos globales atañen directamente a las organizaciones internacionales. Desde las Naciones Unidas hasta la Unión Europea, desde las organizaciones regionales hasta las tradicionales alianzas de defensa y coaliciones ad hoc, todos los agentes de las relaciones internacionales, ya sean potencias grandes o pequeñas, están interesados en encontrar nuevas formas de evitar y gestionar las crisis internacionales.
Hay otro tipo de crisis internacional que deberían tener en consideración tanto los estudiantes de política internacio- nal como diplomáticos. Es la crisis de la propia diplomacia. Puede entenderse de dos maneras. Primero, como la crisis de la diplomacia en cuanto a práctica profesional, es decir: ¿siguen siendo necesarios los diplomáticos? Muchos opinan que las tecnologías modernas han hecho que las embaja- das sean prescindibles. Otros creen que los diplomáticos no consiguen evitar conflictos ni mantener la seguridad y la paz mundial. Se ha denunciado la ineficacia de las grandes potencias y las organizaciones internacionales. El primer grupo de cuestiones pone en duda la capacidad de los diplomáticos para cumplir sus tres misiones principales y tradicionales: información, representación y negociación. En segundo lugar, se plantea la cuestión de lo que ocurre cuando las estrategias diplomáticas fracasan. ¿Qué hacer cuando la diplomacia no funciona, o cuando un determi- nado programa diplomático no se comprende o es recha- zado, no solo por los adversarios o enemigos declarados, sino también por los socios y aliados tradicionales?
Resumiendo, preparar a los diplomáticos para compren- der y manejar mejor el fenómeno de la diplomacia de crisis implica dominar tanto las teorías y la historia de las crisis internaciones y de las tomas de decisiones en política exterior, como la gestión de las crisis en la práctica. De esto tratan las páginas que siguen a continuación.
2. Diplomacia de crisis y toma de decisiones en política exterior
2.1 Grandes crisis internacionales: una historia resumida
En lo que a relaciones internacionales se refiere, el concep- to de crisis es relativamente reciente y data de la Europa del siglo XIX. De hecho, las crisis internacionales no se caracterizaron como tales hasta que se estableció el Concierto Europeo en el Congreso de Viena de 1815. Por tanto, es importante comprender que el concepto de crisis internacional está estrechamente relacionado con la figura política del Estado y la existencia de un orden
internacional fundamentado en un sistema de Estado nación Lo que apenas eran 20 estados a principios del siglo XIX, llegó a los 50 que firmaban la fundación de las Nacio- nes Unidas en 1945. Setenta años después, la Asamblea general de la ONU cuenta con 193 países.
Consecuentemente y en relación con la proliferación de estados, las crisis mundiales suponen hoy en día una amenaza mucho más grave y tienen una fuerza desestabi- lizadora mucho mayor que en el pasado. Hace dos siglos, las repercusiones de las crisis se reducían prácticamente a las fronteras de Europa continental (guerra de Crimea, 1853-1856; guerra franco-prusiana, 1870-1871). En aquella época, los diplomáticos y los ministerios de exteriores apenas intervenían en los intentos de mitigar los conflictos o entablar negociaciones. Al final de la guerra franco-pru- siana, la diplomacia como asunto público contaba con 200 años de historia y era una actividad social de gran presti- gio. Sin embargo, había muy poca especialización o acreditación profesional más allá de las cualidades personales para ejercer tareas de representación e infor- mación. Los acuerdos de paz los negociaban los ministros y jefes de estado, que solo podían aprobar situaciones políticas y militares ya decididas en el campo de batalla.
Todo cambió con la primera crisis verdaderamente mundial del siglo XX: la crisis de julio de 1914 que llevó a la Primera Guerra Mundial (1914-1918). Desde el asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria, el 28 de junio de 1914, hasta la declaración de guerra de Alemania contra Rusia, el 1 de agosto de 1914, hubo varios intentos por parte de jefes de estado y otros agentes, como el Vaticano, por evitar la escalada de las provocaciones políticas y violencia. Todos fracasaron, dejando clara la imposibilidad de escapar de unas estrategias de alianza del pasado que aumentaban la probabilidad real de una guerra total. El periodo de entreguerras y los años y meses que precedie- ron la Segunda Guerra Mundial demostraron una vez más lo mal preparados que estaban los agentes y organizacio- nes internacionales para evitar y prevenir grandes crisis y conflictos.
Solo después de la II Guerra Mundial consiguieron las grandes potencias evitar algunos de los conflictos de mayor riesgo y comenzaron las organizaciones a diseñar un mecanismo específico para prevenir conflictos y gestionar las crisis. Aunque la Guerra Fría, que comenzó en 1947 y no finalizaría hasta 1989 con la caída del muro de Berlín, supuso una cantidad sin precedentes de situaciones de crisis con elevada inestabilidad (bloqueo de Berlín, 1848-1949; crisis de los misiles de Cuba, 1962; guerra de Corea, 1950-1953; guerra de Vietnam, 1955-1975, etc.), algunos de los cuales derivaron en guerras importantes, también se correspondió con más intentos sistemáticos de evitar y gestionar crisis mundiales. Estas tentativas estuvieron motivadas principalmente por el riesgo explíci- tamente inherente a la posesión de armas nucleares. En
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