Lunes, 26 de Octubre de 2009 18:34

La Cátedra de Estudios sobre Hambre y Pobreza informa sobre las últimas conclusiones del Grupo de Córdoba acerca de la situación actual de inseguridad alimentaria y los retos que plantea el cambio climático

G.C. - C.M.
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La Cátedra de Estudios sobre Hambre y Pobreza, impulsada por la Diputación de Córdoba y la Universidad, ha informado hoy de las últimas conclusiones del Grupo de Córdoba sobre la situación actual de inseguridad alimentaria y los retos que plantea el cambio climático para la alimentación de la humanidad.

Coincidiendo con la próxima celebración de las cumbres mundiales sobre alimentación y cambio climático, este grupo de expertos internacionales, entre los que figura el relator de Naciones Unidas para el Derecho a la Alimentación, Olivier de Schutter, ha mantenido un nuevo encuentro de trabajo en Córdoba que da continuidad al desarrollado durante el pasado año.

Según el director de la Cátedra, José Esquinas, la Declaración de Córdoba de 2008 "colocó el derecho a la alimentación en la agenda internacional como columna vertebral de la lucha contra el hambre". Ahora, ha proseguido, la reunión estaba motivada porque "en 2009 aumentó un 20 % el número de hambrientos en el mundo, habiendo en la actualidad 1.020 millones de personas hambrientas".

En esta misma línea se ha expresado el delegado de Cooperación de la institución provincial, Antonio Sánchez Villaverde, quien ha resaltado el papel desempeñado por el área de Cooperación de la Diputación y ha indicado que ésta seguirá apostando por luchar contra la desigualdad manteniendo o incrementando el presupuesto para el año que viene y con los cooperantes que ya están trabajando en destinos como Perú, Bolivia, Marruecos o Guatemala.

Esquinas ha explicado que el Grupo ha realizado un llamamiento a los líderes mundiales tras la detección de cuatro incoherencias de tipo político que impiden una correcta priorización de las acciones. En este sentido, ha planteado como solución la coherencia en las decisiones políticas, en la entrega, en el diálogo y en la diplomacia.

Según Esquinas, la declaración del Grupo de Córdoba destaca el papel que desempeña la agricultura de pequeña escala en un escenario de cambios climáticos graduales. Del mismo modo, señala la necesidad de acabar con la desconexión existente entre las acciones y las negociaciones en relación con la lucha contra el hambre y el cambio climático.

Finalmente, el llamamiento del Grupo de Córdoba recomienda ligar ambas negociaciones y acabar con la incoherencia entre los foros internacionales de formulación de políticas alimentarias y la asignación de responsabilidades al Banco Mundial. También recomienda la creación de un foro intergubernamental que tenga poder normativo sobre el sistema alimentario mundial.

Como conclusión, Esquinas ha destacado que "no se puede mirar a la seguridad alimentaria y al cambio climático como cosas independientes ya que el cambio climático aumenta el número de hambrientos y hace inviables determinados cultivos". La estrategia a adoptar para resolver la situación pasa por colocar a los pequeños productores de alimentos en el centro con la creación de sistemas agro-ecológicos que sea capaz de alimentar a los hambrientos ahora y en el fruto de manera productiva, eficaz y sostenible.

El Grupo de Córdoba está formado por expertos internacionales de alto nivel con amplia experiencia en agricultura, hambre, agro-biodiversidad y derechos humanos.