Page 40 - Geopolítica del Mundo Actual. Una Visión Multidisciplinar
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 GEOPOLÍTICA DEL MUNDO ACTUAL. UNA VISIÓN MULTIDISCIPLINAR
Cultura de Paz, Conflictos, Educación y Derechos Humanos
religiosas orientales como el buddhismo y las diferentes religiones de origen védico: hinduismo, sikhismo, etc. Aquí suele situarse también a la Fe Baha’i, cuya presencia es creciente en España y cuya influencia es muy importante en el tejido interreligioso. El cuarto grupo westá formado por los ortodoxos griegos, rumanos y rusos, Testigos de Jehová y mormones. Los ortodoxos griegos están agrupa- dos en la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España (FEREDE). Quedan todavía dos grupos de difícil clasificación: la Iglesia de la Unificación y la de la Cienciolo- gía, que han tenido problemas con el Estado por las dificultades para su reconocimiento como entidades religiosas27.
Pensar el pluriverso religioso en el horizonte de la complejidad
Las reflexiones precedentes nos llevan derechamente a pensar el pluriverso religioso en el marco de la teoría de la complejidad y no en el horizonte de lo uniforme y repetiti- vo. A las religiones pueden y deben aplicárseles las grandes líneas de la teoría de la complejidad de Edgard Morin28.
Lo simple no existe, decía Gaston Bachelard (1884-1962); sólo existe lo simplificado29. Planteamiento compartido por el filósofo marxista húngaro György Lukács (1885-1971), quien, ya anciano, criticaba su propia concepción dogmáti- ca del marxismo y afirmaba que lo complejo es el elemento primario existente y debe ser examinado de entrada como complejo para luego pasar a sus procesos elementales. En la misma línea Lo mismo cabe decir de las religiones, que no son planas, sino que tiene muchos pliegues, unos perceptibles a simple vista y otros imperceptibles. Los catecismos de las religiones constituyen el mejor ejemplo de simplificación de las complicadas doctrinas teológicas, al tiempo que del doctrinarismo en que desembocan. Un doctrinarismo que comienza en la más tierna infancia a través de las “catequesis” escolares o/y parroquiales y termina en la ancianidad con los ritos de consuelo para el bien morir.
El conocimiento de la realidad no es una operación simple (hay una tendencia generalizada ante cualquier fenómeno a decir déjà vu) y la mente sufre a veces cegueras bien por error, bien por ilusión; pensar con lucidez requiere recono- cer la complejidad del pensamiento. Al tiempo que progre- san nuestros conocimientos, crecen también el error, la ignorancia y la ceguera. El error se debe al modo de
organizar nuestro saber en sistemas e ideas. Existe una nueva ignorancia que está ligada al desarrollo mismo de la ciencia, como existe también una nueva ceguera unida al uso degradado de la razón. La humanidad vive sometida a graves amenazas ligadas al progreso ciego e incontrolado del conocimiento.
Esto puede apreciarse de manera más acusada en los mundos y sub-mundos de las religiones donde todo parece ser luz, revelación, cuando hay muchas sombras, y en las ortodoxias religiosas, que creen reflejar la verdad cuando lo que hacen es imponer los dogmas con el apoyo del poder tanto religioso como político.
Decía Adorno que “la totalidad es la no-verdad”. Lo que implica aceptar un principio de incompletad y de incerti- dumbre. El pensamiento complejo está “animado por una tensión entre la aspiración permanente a un saber no parcelado, no dividido, no reduccionista, y el reconocimien- to de lo inacabado e incompleto de todo conocimiento”30.
El ser humano es complejo y la condición humana es una unidad compleja donde se entremezclan lo físico, lo biológico, lo psíquico, lo cultural, lo social, lo histórico; es necesario organizar los distintos saberes dispersos en las distintas ciencias.
Edgard Morin llama la atención sobre las patologías contemporáneas del conocimiento. Si la antigua patología del pensamiento reconocía vida independiente a los mitos y dioses que creaba, lo que hace la patología moderna del espíritu es hiper-simplificar hasta cegar la complejidad de lo real. Si la patología de la idea está en el idealismo, hasta ocultar la idea a la realidad y tornarse ella misma reali- dad, la patología de la teoría consiste en caer en el dogma- tismo y el doctrinarismo, hasta petrificar la idea y cerrarla sobre sí misma. Si la patología de la razón es la racionali- zación, hasta encerrar lo real en un sistema coherente, pero parcial y unilateral, de ideas31. Pues bien, el conoci- miento teológico de las distintas religiones sufre estas mismas patologías de manera más acusada todavía y en grado sumo: dar vida independiente a los mitos y deidades, la idealización, la hiper-simplificación, el dogmatismo, el doctrinarismo, la creación de sistemas coherentes y al mismo tiempo parciales, etc.
La complejidad nace de la perplejidad y de la incertidum- bre. La perplejidad no es un sinsentido, ni puede eliminar-
  27 La fundación Pluralismo y Convivencia, dependiente del Ministerio de Justicia viene realizando estudios sobre las minorías religiosas en las diferentes zonas del Estado Español. Hasta el presente ha publicado los relativos a las Comunidades de Madrid, Canarias, Cataluña y Castilla-La Mancha
28 Cf. Edgard Morin, Introducción al pensamiento complejo, Gedisa, Barcelona, 2005; id., Los siete saberes necesarios para la educación del futuro, Paidós, Barcelona, 2001; id., Ciencia con conciencia, Anthropos, Barcelona, 1984.
29 Su teoría de la “ruptura epistemológica”, es decir, del conocimiento científico como proceso discontinuo, ha influido decisivamente en la cultura contemporánea y de manera especial en la filosofía y en las ciencias.
30 Edgar Morin, Introducción al pensamiento complejo, o. c., 23.
31 Ibid., 34.
32 Boaventura de Sousa Santos, o. c., p. 15.
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Cátedra Unesco de Resolución de Conflictos
  













































































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