Page 44 - Geopolítica del Mundo Actual. Una Visión Multidisciplinar
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 GEOPOLÍTICA DEL MUNDO ACTUAL. UNA VISIÓN MULTIDISCIPLINAR
Cultura de Paz, Conflictos, Educación y Derechos Humanos
teológico. Así se ha operado en los momentos estelares del debate doctrinal dentro de la mayoría de las religiones. La metodología dialógica sustituye a la imposición autorita- ria de las propias opiniones por decreto y quiebra los estereotipos de lo verdadero y lo falso establecidos por el poder dominante, en este caso por la religión dominante. Es verdad que esta metodología puede desembocar en rupturas, pero éstas responden muchas veces a las prisas a la hora de tomar decisiones y a la intransigencia de quienes fijan las reglas de juego. En todo caso siempre debe evitarse la injerencia de instancias de poder ajenas al ámbito religioso.
- También el enfoque intercultural aboga por el diálogo interreligioso42. Ninguna cultura ni religión pueden considerarse n posesión única de la verdad como si se tratara de una propiedad privada recibida en herencia o a través de una operación mercantil. Como tampoco tienen la respuesta única a los problemas de la humanidad o la fuerza liberadora exclusiva para luchar contra las opresio- nes; la verdad, la respuesta a los problemas humanos y la liberación están presentes en todas las religiones y cultu- ras. ¡Y hay que buscarlas constantemente!
- El diálogo interreligioso constituye un imperativo ético para la supervivencia de la humanidad, la paz en el mundo y la lucha contra la pobreza. Veamos por qué. En torno a 5000 millones de seres humanos están vinculados a alguna tradición religiosa y espiritual. Y si se ponen en pie de guerra, el mundo se convertiría en un coloso en llamas con una capacidad destructiva total. Primero, se unirían todos los creyentes para luchar contra los no creyentes hasta su eliminación. Después, se enfrentarían los creyentes de las distintas religiones entre sí hasta su destrucción reeditando las viejas guerras religiosas. Muy distinto sería el escenario si las religiones dialogaran y se comprometieran, entre sí y junto con los no creyentes, en el trabajo por la paz, la lucha por la justicia, la defensa de la naturaleza como hogar de los seres humanos, el logro de la igualdad y el reconocimiento de la diversidad43.
- Coincido a este respecto con Raimon Panikkar en que “sin diálogo el ser humano se asfixia y las religiones se anquilo- san”. Idea que es inseparable de la diversidad, como afirma el filósofo iraní Ramón Jahanbegloo en su espléndida obra Elogio de la diversidad44: “Sin diálogo, la diversidad es inalcanzable; y, sin respeto por la diversidad, el diálogo es inútil” La interdependencia de los seres humanos, la diversidad cultural, la pluralidad de cosmovisiones, e incluso los conflictos de intereses demandan una cultura del diálogo, como reconocía el Dalai Lama en el discurso pronunciado ahora hace diez años (septiembre de 1997) en el Foro 2000 en Praga: “Siempre habrá en las sociedades
humanas diferencias de opiniones y de intereses, pero la realidad hoy es que todos somos interdependientes y tenemos que coexistir en este pequeño plantea. Por lo tanto, la única forma sensata e inteligente de resolver las diferencias y los choques de intereses, ya sea entre indivi- duos o entre países, es mediante el diálogo. La promoción de una cultura del diálogo y de la no violencia para el futuro de la humanidad es una importante tarea de la comunidad internacional”.
- La búsqueda de la (v)Verdad –con mayúscula y con minúscula- es la gran tarea y el gran desafío del diálogo interreligioso. Y ello a sabiendas de que nunca llegaremos a poseerla del todo y de que sólo lograremos aproximarnos a ella. El carácter inagotable de la Verdad –con mayúscula- nos disuade de todo intento de apresarla en fórmulas rígidas y estereotipadas. La profundidad de la verdad –con minúscula- nos disuade de creer que hemos llegado al fondo.
El diálogo ha de partir de unas relaciones simétricas entre las religiones y de la renuncia a actitudes arrogantes por parte de la religión que está más arraigada o es mayorita- ria en un determinado territorio. Las religiones todas son respuestas humanas a la realidad divina que se manifiesta a través de diferentes rostros. Todas ellas forman un "pluralismo unitario" (P. Knitter), al tiempo que cada una posee una "singularidad complementaria" abierta a las otras.
Las religiones no pueden recluirse en su propio mundo, en la esfera de la privacidad y del culto, como si los problemas de la humanidad no fueran con ellas. Todo lo contrario, han de activar sus mejores tradiciones para contribuir a la construcción de una sociedad intercultural, interreligiosa, interétnica, justa, fraterna y sororal.
- A diferencia de las actitudes de enfrentamiento, la actitud de diálogo no pretende vencer y derrotar o conven- cer y obligar a cambiar de opinión al interlocutor, sino buscar elementos de encuentro desde las diferentes posiciones culturales y religiosas. Tampoco se busca llegar a síntesis irénicas, pero si puede crearse un nuevo lenguaje compartido para poder entenderse lograrse. No se trata de crear grandes teorías universales, ni una superestructura cultural, sino de favorecer relaciones y entendimientos mutuos, donde todos tengan cabida y puedan participar en pie de igualdad. El escenario del diálogo puede propor- cionar un proceso de mutuo aprendizaje unos de otros.
La reforma de las religiones, condición para el diálogo
Si el diálogo interreligioso no quiere quedarse en una
  42 Cf. Raúl Fornet-Betancourt, Transformación intercultural de la filosofía, Desclée de Brouwer, Bilbao, 2001. 43 Cf. Hans Küng, Proyecto de ética mundial, Trotta, Madrid, 1990.
44 Arcadia, Barcelona, 2007.
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 Cátedra Unesco de Resolución de Conflictos
 

















































































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